domingo, 6 de marzo de 2011

Difícil.

Es difícil poner la cabeza fría y tomar una decisión objetiva, porque de verdad para poder hacerlo tendría que congelarla a -1.ooo.ooo.ooo° (bajo cero). Además, arrugar el corazón y tirarlo al tacho de la basura, poner dos botones en sus ojos, y quitarse todo lo que le pueda hacer sentir algo para recién poder ahí abrir la boca y elegir un camino. Es difícil cuando lo que más le gustaría hacer es quitarse la piel, operarse y ser un engendro de veinte ojos y veinte brazos, más alguna extensión del cuerpo, para sólo poder sentirle mucho más. Es difícil, muy difícil, difícil, con mayúsculas y énfasis.