martes, 17 de mayo de 2011

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Yo no creo que la intención de Dios de ponernos en el planeta haya sido que saliéramos adelante, ni que nos superáramos consiguiendo comodidades, o estudiando, trabajando, arreglándonos, etcétera. Más bien yo creo que su intención, tal vez, era que hiciéramos lo que hiciéramos lo valoráramos, lo disfrutáramos, lo agradeciéramos, y no rezando, sino sintiéndolo en el corazón, sin mentir, robar, engañar -NOS-.
Ahora cuando quedan unos pocos días para los siete mil años empiezo a reunir todas las señales que Él (o Ellos, quién sabe) ponen en mis ojos, oídos y mente, y sólo logro estremecerme, ya no es temor o miedo, si las profecias fueran ciertas, es justo y noble. Todos van a pagar por la destrucción provocada, es lamentable si se hace un vistazo específico, pero la vista panorámica, el plano general, es justicia divina.

martes, 3 de mayo de 2011

la historia de mi vida

detesto la inseguridad de la uniones afectivas

todas parecieran
que de repente,
nadie se va a dar cuenta,
y

adiós. . .

domingo, 1 de mayo de 2011