martes, 29 de mayo de 2012

La oscuridad de la ausencia.

"Miraré tu sombra si no quieres que te miré a ti, le dijo, y él respondió Quiero estar donde mi sombra esté, si es allí donde están tus ojos. Se amaban y decían palabras como éstas, no sólo porque eran bellas o verdaderas, si es posible que sean lo mismo al mismo tiempo, sino porque presentían que el tiempo de las sombras estaba llegando a su hora, y era preciso que empezaran a acostumbrarse, todavía juntos, a la oscuridad de la ausencia definitiva."

El evangelio según Jesucristo, José Saramago. 

Maravillosa lectura.

No hay comentarios: